martes, 22 de septiembre de 2009

ADIÓS y ... HOLA

name="GENERATOR" content="OpenOffice.org 3.1 (Win32)">

Unos abandonan 4º ESO y otros estrenan curso.

Aprovecho para despedirme y dar la bienvenida con el último texto del curso, el discurso final que realizó y leyó Fernando Pastor (gran alumno y mejor persona. Gracias, Sr. profesor)


Empieza el principio del fin de una nueva etapa. Una etapa que para algunos acabará apenas en unos días, y para otros puede que en algunos años, pero lo importante no son los años de vida de este camino, sino la vida durante estos años, cómo los hemos vivido, cómo hemos aprendido y cómo nos hemos formado.


En todo evento como este es inevitable echar la vista atrás. Supongo que todos recordamos los primeros pasos en esta segunda etapa de colegio, ansiosos, pensando que ya nos habíamos convertido en mayores. Aun así no dejábamos de sentirnos como unos novatos, por el miedo al inicio de este nuevo ciclo.


Con el paso de los años nos hemos dado cuenta del gran honor que ha supuesto para todos nosotros asistir a un gran colegio con casi trescientos años de antigüedad, el cual consideramos una verdadera joya arquitectónica, la singularidad de su edificio de linea clásica, su claustro y su monumental cúpula cubierta de llamativas tejas azules vidriadas. A todas estas reseñas debemos añadir la más importante, el prestigio de la enseñanza, que ya desde sus orígenes José de Calasanz, fundador de la orden escolapia, preocupado por la educación infantil, ya fundó en Roma la primera escuela para niños sin apenas recursos económicos.


A lo largo de estos años no hemos hecho otra cosa que llenar nuestras mochilas de experiencias buenas y malas, pero a fin de cuentas necesarias para progresar, tanto las unas como las otras.


Nunca nos olvidaremos de toda la gente que hemos conocido aquí, ya que de una forma u otra han marcado nuestra trayectoria en estos años.


No queríamos acabar sin dar las gracias. En especial a todos los profesores del colegio por su esfuerzo diario de enseñarnos todo lo que saben y por su trabajo para hacer de nosotros unos buenos estudiantes. Gracias a todos nuestros compañeros, primero por darnos la oportunidad de poder representarnos hoy y, cómo no, por estos años que nos habéis dado, todo este tiempo de amistad, de alegrías, de risas, de llantos,...


¡Esto no hubiera sido posible sin vosotros!