lunes, 12 de marzo de 2012

Franz Kafka: La metamorfosis

Tiene que irse —dijo la hermana—. No hay más remedio, padre. Basta que procures desechar la idea de que se trata de Gregorio. El haberlo creído durante tanto tiempo es, en realidad, la causa de nuestra desgracia. ¿Cómo puede ser Gregorio? Si lo fuera, hace ya tiempo que hubiera comprendido que unos seres humanos no pueden vivir con semejante bicho. Y se habría ido por su propia iniciativa. Habríamos perdido al
hermano, pero podríamos seguir viviendo y su recuerdo perduraría para siempre entre nosotros. Mientras que así, ese animal nos acosa, echa a los huéspedes y es evidente que quiere apoderarse de toda la casa y dejarnos en la calle. ¡Mira, padre —gritó de pronto —, ya empieza otra vez! Y con un terror que a Gregorio le pareció incomprensible, la hermana se apartó del sillón, como si prefiriese abandonar a la madre que permanecer cerca de Gregorio, y corrió a refugiarse detrás del padre: éste, excitado a su vez por la actitud de su hija, se puso en pie, extendiendo los brazos ante Grete con gesto protector.
                                                                                                                     
RESPONDE:

1. ¿Cuál es, según tu opinión, la metamorfosis que sufre el protagonista?
2. Expón el tema del fragmento y relaciónalo con el resto de La metamorfosis.
3. Opinión personal del texto, relaciona el fragmento con los conflictos de nuestro tiempo.
4. Valoración de la obra.

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