miércoles, 4 de marzo de 2009

LA PALABRA DEL DÍA


initium sapientiae, cognitio sui ipsius
«El comienzo de la sabiduría es el conocimiento de uno mismo»

Dedicado (con amor) a todas mis alumnas, a las que saludo cada día en el baño del 2º piso, mientras se miran al espejo y se perfilan la raya del ojo.

Emperifollarse

Este verbo, de uso predominantemente coloquial, se emplea con el sentido de 'adornarse alguien con profusión y esmero' y es equivalente a emperejilarse. Bueno, en realidad es algo más que equivalente, puesto que ambos verbos provienen de los nombres de dos vegetales entre los que hay cierto parentesco: el perifollo y el perejil. El perifollo es, como el perejil, empleado como condimento, pero también como adorno de ciertos guisados, razón por la cual, en el primer diccionario de la Academia aparece descrito, además de vegetal, como 'nombre vulgar de las cintas y otros adornos vistosos que se ponen las mugeres' (La g corresponde a la grafía del español del siglo XVIII). Antiguamente, el perifollo se llamaba cerifollo y se cree que la p inicial se haya incorporado por influencia de perejil.
Este vocablo proviene del latín caerefolium que a su vez se derivó del griego khairephyllon formada por khairó (me complazco, disfruto) y phyllon (hoja), esta última también presente en 'clorofila'.

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